Octubre de 2007. El fabricante de vehículos de lujo Mercdes Benz, en su afán de competir frontalmente contra las filiales más exclusivas de Grupo VW y Grupo BMW, Bentley y Rolls Royce respectivamente decidió hace unos años revivir el prestigiado nombre Maybach.
El resultado fue un sedán increíblemente grande y lujoso denominado 57 o 62, dependiendo del largo, pero la realidad es que el vehículo jamás fue lo suficientemente distintivo como para apartarse del estigma de ser no más que un Clase S agrandado. Las ventas han sido verdaderamente malas y Maybach que presupuestaba ventas por 600 unidades anuales en EU solo vendió en un ejercicio completo 164 unidades.
Debido al mencionado performance de ventas, la firma ultralujosa se ha visto en la necesidad de reducir su red de distribuidores de 71 a 42 en el territorio de EU y aunque la gran mayoría de estos dealers estaban pegados con distribuidores Mercedes Benz, se tuvieron que hacer inversiones por medio millón de dólares para tener pisos de exhibición con todo lo necesario para consentir a los exclusivos clientes de la marca.
Mercedes Benz devolverá el 25% de lo invertido a estos dealers, lo que en términos cuantitativos equivale a 125,000 dólares, por lo que visto desde cualquier ángulo, Maybach no resultó un buen negocio.
Mientras Benltey y Rolls Royce han demostrado ser buen negocio para sus respetivos dueños, Maybach no lo ha sido para Mercedes Benz, por lo que se puede notar que el problema no es que falte demanda para este tipo de vehículos, sino que más bien el producto ofertado no fue el adecuado, ya que no generó el interés de los acaudalados clientes que sí están comprando vehículos como el Arnage o el Phantom.
