Septiembre de 2007. El cuarto Porsche, como se le conoce a la SUV de lujo Cayenne, es también el único vehículo de corte familiar que tiene el prestigiado fabricante teutón, por lo menos hasta que llegue el Panamera, un sedán de 4 puertas que está en etapa de desarrollo.
Para los puristas, un SUV no merecía llevar el emblema de Porsche, pero lo cierto es que el Cayenne es responsable de haber acercado a la marca, un universo enorme de consumidores que estaban ansiosos de tener un vehículo deportivo en verdad, y que cubriera las expectativas que la familia requiere, por lo que los afamados 911 no eran opción. La segunda generación del Cayenne ha llegado, y en este punto no le queda nada que demostrar, se trata de un vehículo digno de llevar el peso que implica el emblema Porsche.
Indudablemente un Porsche
La Cayenne, en su versión V6, es la más accesible en la oferta de la costosa utilitaria, la mecánica elegida para movilizarla es de 3.6 litros que eroga 290 hp y 385 libras de torque, que dicho sea de paso es apenas suficiente para operarla con cierta soltura. Si se tratara de un utilitario de cualquier otra marca, la motorización sería más que buena, pero en este caso, lo que se espera del fabricante si hace que la versión de seis cilindros luzca algo ajustada de motor, sobre todo teniendo en cuenta que el Cayenne pesa 2,245 kilogramos.
Pero son pocos los fabricantes que entienden tan bien como Porsche que la potencia debe ser una consecuencia y no un motivo, dicho de otra manera, antes que instalar un motor potente, la firma de Stuttgart se asegura que todo el resto del conjunto sea lo suficientemente capaz para manejarse como el más exigente espera, por lo que el motor y potencia pueden incrementarse hasta donde llegue la imaginación, o el presupuesto prueba de ello son las versiones Turbo o de especialistas como Techart. El bastidor, suspensión (neumática ajustable), transmisión Tiptronic de seis velocidades y dirección son verdaderamente una obra maestra cada uno por separado, pero en conjunto, el trabajo que desempeñan se acerca a lo soberbio, todo está perfectamente bien estudiado para entregar el mejor performance posible, la Cayenne es capaz de acometer curvas a velocidades sorprendentes para un vehículo de su tamaño y peso sin descuidar la seguridad gracias a los sistemas PSM y PTM.
Una gran responsable del extraordinario comportamiento del Cayenne es la suspensión neumática ajustable que se endurece o eleva según nuestra demanda mediante un control ubicado en la consola central. Hay que decir no es un equipamiento de serie en la versión V6, por lo que habrá que agregarle $3,457 dólares al precio de lista, pero sin duda este es un equipamiento que no debe faltar. Por su parte, la transmisión es rapidísima, aprovechando siempre y de la mejor manera todo el torque del motor, aunque en contra, los mandos en el volante para efectuar los cambios son un par de botones ubicados en la parte superior del centro del volante, por dentro del aro, por lo que tienen que ser operados con los dedos pulgares. Ambos botones pueden bajar y subir de marcha, pero un par de curvas rápidas, y la única utilidad que les queda es la de adornar el volante, ya que carecen de la practicidad que tienen las paletas que se ubican en la columna de dirección detrás del volante y que emplean muchos otros vehículos.
Comodidad
En el interior, los materiales y armado son de excelente calidad y si bien, no hay mucho aluminio, la cabina transmite una sensación de lujo y sofisticación muy satisfactorios. En cuanto a comodidades, la Cayenne equipa de todo, claro solo si la cartera puede aguantar tan salvaje abuso, porque cada capricho que se decida tener incrementa la cuenta de manera sustancial, incluso hace pensar que prácticamente Porsche ofrece la Cayenne apenas con volante y asientos, ya que el quemacocos, volante multifuncional, sistema de audio Bose, rines deportivos de 20 pulgadas, sistema de navegación, aire acondicionado automático, asistente de estacionamiento y otros más, son opcionales.
Dicho de otra manera, un Cayenne V6 cuyo precio inicial es de 62,000 USD puede elevarse rápidamente hasta los 81,147 USD tal como venía la unidad probada.
Un tema totalmente a parte es el relativo a la ergonomía, la consola está saturada de botones, ciertamente hay detractores de los sistemas que agrupan muchas funciones en un solo mando, como los vistos en BMW, Audi y Mercedes Benz, pero la realidad es que cuando se tiene un vehículo que equipa tantas funciones, es la solución más adecuada. Asimismo el sistema de navegación resulta muy útil, pero la interfase demanda mucho tiempo para su completo entendimiento, es poco intuitiva y compleja de operar.
¿Lo vale?
Si tomamos en cuenta el precio de inicio, podríamos adquirir una SUV de Mercedes o BMW con motorización de seis cilindros con mucho más equipamiento, siendo más crudos, versiones V8 de la XC90 de Volvo o la Volkswagen Touareg , que dicho sea de paso comparte plataforma y muchos componentes con la Cayenne también son accesibles por ese precio, si sumamos todos los extras sin duda el ejemplar de Porsche está se va muy arriba en precio, por lo que si la decisión se toma con el cerebro, la respuesta sería un rotundo no.
Claro está que al manejar la Cayenne en una carretera sinuosa para poder comprobar sus enormes capacidades dinámicas y si la cartera soporta por lo menos la adición de la suspensión neumática ajustable, ¿quien podría decirle que no a un vehículo firmado por Porsche?, pensando con el corazón, la realidad es que la nota del motor, el desempeño del bastidor, transmisión, dirección y la sofisticada lista de equipamiento son un fortísimo argumento a su favor.
Lo que alegra el día:
- El desempeño del conjunto: Suspensión, bastidor, transmisión y dirección
- La nota del motor
- La exclusividad Porsche
Lo que faltó:
- El V6 en ocasiones parece insuficiente
- Un precio más contenido
- Paletas para los cambios en la columna de la dirección
- Menos complejidad para operar el sistema de navegación
- Una ergonomía mejor resuelta
Precio:
Porsche Cayenne V6: 62,000 USD
Cayenne V6, unidad probada: 81,147.