Junio de 2007. Toyota, la firma japonesa que a estas alturas ya es número uno por encima de General Motors a nivel global, es también una marca que ha crecido a ritmos sorprendentes en sus primeros cinco años de presencia en nuestro país.
Su gama de productos es sumamente amplia y van desde el pequeño Yaris, hasta la inmensa y costosa Land Cruiser, pero el vehículo que nos ocupa en esta ocasión tiene atributos muy particulares. Uno de ellos es el hecho de tener un tren motor de impulsión trasera, con motor en posición delantera longitudinal, el último subcompacto que recuerdo con las ruedas traseras motrices desde el VW Sedán y aún cuando no tiene mucho de haberse dejado de fabricar, su planteamiento mecánico pertenecía a una época ya muy lejana, incluso la configuración mecánica de la Avanza hace ver al veterano Tsuru como un vehículo de última hornada.
Espacio, su mejor virtud.
A diferencia de otros vehículos de la firma, la Avanza no puede presumir de los mejores acabados o la tecnología más moderna, pero su mejor atributo es sin duda la capacidad de llevar a siete ocupantes (seis si son adultos), claro la tercera fila propicia una pérdida completa del área de carga, pero en realidad es el único vehículo en su tipo y precio que permite llevar esa cantidad de pasajeros de una manera hasta cierto punto cómoda. El espacio para las piernas es competente, aún en la tercera fila y aunque no permitiría que los trayectos fueran muy prolongados. Asimismo la altura es considerable, por lo que el espacio para la cabeza aún en la última fila es excelente.
Para durar
Si bien es cierto, la Avanza es un vehículo de volumen, el diseño del tablero luce bastante anticuado para lo que nos tiene acostumbrados el fabricante nipón, los materiales aunque de apariencia durable y resistente, no tienen el mismo tacto agradable que caracteriza a los Toyota, incluso el toldo o cielo es de un plástico francamente horrible, incluso el de plástico perforado que traía el mítico bocho hubiera estado mejor, por lo menos permitía a los ocupantes intentar contar los pequeños orificios.
La calidad de ensamble es muy buena y se nota la ausencia de ruidos, las vestiduras por su parte también son de una tela resistente y durable, incluso el único ruido al interior del habitáculo proviene del motor, que para llevar un ritmo más o menos alegre requiere de girar por encima de las 4,000 vueltas.
La mecánica elegida es el cuatro cilindros de 1.5 litros VVT-i, que eroga 107 hp a 6,000 revoluciones, mismo que también emplea el Yaris y en este caso se acopla a una transmisión manual de cinco relaciones, aunque también hay una automática de cuatro disponible.
No apta para correr
Entrando a terrenos más escabrosos para la Avanza, tenemos que en el apartado dinámico, este ejemplar de Toyota es donde más quedó a deber, su esquema de suspensión de eje rígido atrás, aunado a un pronunciado balanceo de la carrocería en curvas, advierten al conductor que cualquier abuso será penalizado, perdiendo el control, situación que no podrá ser corregida por ninguna asistencia electrónica como el ABS o el ESP.
Conclusión:
La Avanza llega al mercado mexicano con buenos argumentos bajo la manga, como lo es el respaldo de una marca muy bien vista en nuestro mercado, su excelente espacio interior, las tres filas de asientos perfectamente utilizables, so pena de perder por completo la cajuela. Mientras que en su contra juegan aspectos como su atrasado diseño tanto interior como exterior, limitado equipamiento, materiales de mejorable calidad y unas capacidades dinámicas muy limitadas, pero que si vemos el segmento al que está orientada, familias, la velocidad no será una prioridad.
Lo que alegra el día:
- Excelente espacio interior, tres filas de asientos completamente útiles
- Buen rendimiento de combustible
- El respaldo de la marca
Lo que faltó:
- Un diseño más actual
- Mejor calidad de materiales
- Un bastidor más actual
- Mayor equipamiento disponible
También puedes evaluar:
Chevrolet Meriva y Volkswagen SportVan
Precio:
Avanza Manual: $148,700 pesos
Avanza Automática: $157,800 pesos
