La sexta fecha de la Fórmula uno marcó una página importante en la historia de la categoría. El principal punto fue sin lugar a dudas el triunfo de Lewis Hamilton quien corona tempranamente su incursión en la máxima categoría.
Un podio que combinó la tenacidad, la experiencia e incluso la suerte, ya que Hamilton por fin consiguió el ansiado triunfo, mientras que Heidfeld se mantuvo alejado de los problemas de toda la carrera convirtiéndose en la sombra de Lewis. Y la suerte corrió a cargo de Alex Wurz que se encontró con su día de suerte y una estrategia de una sola parada de pits le pusieron por delante de autos más rápidos que el suyo.
El dominio de Hamilton fue aplastante incluso sobre su coequipero. En declaraciones durante la semana pasada Hamilton aseguró que no podría ser un piloto secundario y no permitiría recibir órdenes de equipo como pasó con Barrichello, esta declaración la llevó al pie de la letra ya que su manejo desde el principio fue para sacar ventaja aunada con la suerte que le favoreció en su primera entrada a pits ya que justo al salir se encadeno la pista con lo que no perdió nada de ventaja mientras que a sus rivales los dejó atrás.
La carrera se convirtió en un espectáculo caótico desde el inicio, primero con un Fernando Alonso que al intentar dar vuelta en la curva dos se siguió de frente y corto por el pasto y al tratar de componer su camino se metió peligrosamente a la pista pasando muy cerca de su coequipero Lewis. Este problema de Alonso le siguió durante toda la carrera convirtiéndose en su verdugo en los momentos más críticos.
Fuera de esos problemas parecía que la carrera se desarrollaría de forma normal hasta que llegaron los primeros contactos contra el muro protagonizados por ambos Spyker causando la entrada del auto de seguridad. Posteriormente Vitantonio Luzzi dejo un alerón en la pista. Fue aquí donde cambiaría la historia de la carrera ya que los pilotos Ferrari se fueron para atrás debido por motivo del auto de seguridad que les cambio la estrategia de entrada a pits. Ambos pilotos rojos comenzaron a remontar pero en el segundo encadenamiento Felipe Massa salió a pits cuando estaban cerrados lo que al final le causó la bandera negra al igual que ha Giancarlo Fisichella cuando ambos se encontraban en la zona de puntos.
El momento que dejó al Autódromo Gilles Villeneuve frió fue el impactante choque de Robert Kubica quien tuvo un contacto intentando rebasar a Jarno Trulli poco antes de la curva del casino, el cual materialmente desbarató el monoplaza al chocar casi de frente en el aire contra el muro de contención para posteriormente cruzar la pista y detenerse contra el muro de seguridad justo debajo de las tribunas.
Luego de esto la carrera no dejo de tener sorpresas ya que Jarno Trulli al salir de pits perdió el control de su monoplaza y se fue directamente contra el muro sin mayores consecuencias pero tuvo que abandonar. Para las vueltas finales Hamilton traía un ritmo imparable el cual sólo era medianamente sostenido por Heidfeld y en ese momento Barrichello se encontraba en tercero hasta su entrada a pits. Entrada que parecía también afectar a Wurz pero no fue así completando el podio.
Los protagonistas de los equipos no pudieron y su rendimiento decayó totalmente, Kimi se conformó con la quinta posición por detrás de Kovalainen quien había tenido un pésimo fin de semana chocando en ambos días de prácticas. Por parte de Alonso su auto quedo tan dañado por las constantes salidas de pista que fue superado por Takuma Sato quien también dio cuenta de Ralf Schumacher que cerró la zona de puntos de la prueba canadiense.
