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Prueba de Manejo

Peugeot 307 Sedán: A prueba, parte II

Confort y equipamiento, sus mejores virtudes<BR><BR><EM>Por: Rubén Hoyo<BR>Fotos: TGV</EM>

Peugeot 307 Sedán: A prueba, parte II

Mayo 2007. Siguendo con nuestra prueba  a mediano plazo de la versión sedán del 307 de Peugeot, he tenido la oportunidad de convivir más a fondo con el auto en estas últimas semanas, habiendo además hecho un viaje relativamente largo en carretera, siempre útil en una prueba de manejo ya que muchas de las características de un auto que en la ciudad podrían apreciarse como virtudes, pueden no serlo tanto en circulación por carretera. En el caso concreto de este 307 Sedán, el ajuste de la suspensión es suave, orientado al confort y las ruedas tienen un perfil alto, por lo que en ciudad funciona realmente bien, aislando de manera efectiva las irregularidades del asfalto, mientras hace de los viajes prolongados menos tortuosos a la espalda baja.

Pero ese ajuste en carretera, rodando a velocidades algo elevadas, se traduce en algo de balanceo de la carrocería al momento de acometer una curva, de la misma manera la sensación al volante no es tan fidedigna como me hubiera gustado. Lo anterior de ninguna manera significa que el 307 esté impedido para rodar de manera segura en carretera, al contrario por espacios prolongados pude mantener una velocidad constante de 180 km/h, la capacidad de curveo es buena y el comportamiento es noble, se trata simplemente de hacer notar que será normal percibir esas sensaciones de balanceo de la carrocería o ligereza en el volante.

            

Equipamiento, de lo mejor en el segmento.

Nuevamente la elevada calidad de ensamble y nivel de equipamiento se muestran como las cartas fuertes de este sedán compacto, el climatizador electrónico bizona es un detalle que en muchos casos ni los medianos incorporan y el sensor para estacionamiento de reversa con gráfica de proximidad en el tablero evita que en al cabo de dos semanas de haber sacado el auto de la agencia, la fascia trasera parezca uno de esos troncos donde los gatos afilan sus uñas.

          

Un ligero percance

Durante mi recorrido por la carretera, un camión de plataforma, que aseguraba una lona para proteger su carga con ¡piedras! (imagínese como pisapapeles gigantes en un vehículo en movimiento), dejó caer una y la rueda delantera izquierda pasó justo por arriba, doblando el rin y de paso destrozando la llanta. Debo admitir que quizá gran parte de la culpa también haya sido mía, al no guardar una distancia más prudente con respecto del camión. Al término del numerito hubo que poner en acción la llanta de refacción, mucho se le agradece a la marca que incorpore una llanta de tamaño normal.

La pinchadura sirvió también para conocer en carne propia un poco más del servicio postventa de la marca, debo decir que llegué a la concesionaria solicitando la llanta, misma que no había en inventario, debo decir que me sorprendió, después de todo no se trata de una llanta de 19 pulgadadas, de perfil bajo para un Ferrari. Pero la atención del encargado del área de refacciones fue excelente y al día siguiente me consiguió  la llanta a la hora acordada a un precio competitivo, $1,950 pesos, aunque para montarla me cobraron una hora de servicio $275 pesos, lo cual desde mi punto de vista está mal, ya que estoy comprando la rueda en la agencia y en segundo nadie tarda una hora en montar una llanta. En estricto sentido cualquier centro llantero regala el montaje y las válvulas con la compra de la rueda.

            


Pero desde el punto de vista de calidad en el servicio, fue muy buena, siempre atentos rápidos y por lo que se ve en la lista de precios, toda la gama del fabricante presume de costos de mantenimiento muy accesibles. Es un gusto ver que Peugeot esté haciendo importantes avances en el tema del servicio, ya que es la única manera de lograr la lealtad de los clientes, hay quienes dicen que el primer auto se vende en el piso de venta y el segundo en el piso de servicio.

Conclusión

En este periodo extendido de prueba al 307 Sedán, siempre el sabor de boca que deja es la de un buen nivel de equipo, alta calidad de ensamble y materiales de buen tacto, es en ese sentido donde afloran sus mejores virtudes. El motor cumple bien y permite buenos ritmos, pero la caja de cambios es de tiros algo imprecisos y un poco dura de manipular, al grado que puede llegar a cansar.

           

Lo que alegra el día:

- Muchos espacios para guardar objetos
- El portalentes de la guantera aguanta lentes de buen tamaño
- Reposabrazos en los asientos delanteros

Lo que faltó:

- Una transmisión más refinada
- Un clutch menos duro
- Un minijack para conectar el iPod.

Peugeot 307 Sedán a prueba, Parte I

rubenhoyo@autocosmos.com