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Prueba de Manejo

BMW Z4 M: A prueba

Un exótico capricho<BR><BR><EM>Por: Rubén Hoyo<BR>Fotos: TGV</EM>

BMW Z4 M: A prueba

Marzo 2007. El Z4 en versión coupé es sin duda el vehículo más exótico de la gama del fabricante de Munich, es la comunión de un auto extravagante, agresivo y moderno con el desempeño de un auto de pista, provisto por uno de los motores más aclamados de los últimos tiempos, el seis en línea de 3.2 litros que elevara a vehículo de culto el M3 y que hace su aparición en este M Coupé, donde tiene la misión de mover un auto más ligero.

Desde los años setenta, cuando nace el ya mítico M1, en el que hasta el famoso artista pop Andy Warhol plasmó su obra, la división M se ha caracterizado por ofrecer vehículos excitantes, que a diferencia de un RS o un AMG tiene una clara filosofía: Motores de altas revoluciones, la mejor distribución de peso posible y mucha diversión en la conducción.

           

Como auto de competencias

El M Coupé es duro de suspensiones, con un embrague que después de un embotellamiento hará que la pierna izquierda termine temblando como si hubiéramos levantado a un elefante, transmisión de tiros cortos, dirección de precisión quirúrgica y un motor de 343 hp que gusta de girar muy cerca de la zona roja del tacómetro lo definen en pocas palabras. ¿Es todo lo anterior algo malo?

Por supuesto que NO, el Z4 M Coupé es una de las máquinas más satisfactorias que se pueden manejar en un segmento de precios relativamente accesible (si es que más de medio millón de pesos se puede decir accesible), es un deportivo de casta y no tiene ninguna intención en disfrazarlo, brinda sensaciones muy cercanas a un auto de competencia y el sonido del motor puede ser verdaderamente adictivo. Aunque hay que tener en mente que la distancia entre ejes es relativamente corta, por lo que desactivar el DSC (Dynamic Stability Control) puede dejarnos al volante de una fábrica de trompos, por lo que únicamente aquel que tenga manos verdaderamente entrenadas deberá arriesgarse.

            

Las carreteras sinuosas son su hábitat ideal

Al ser un auto netamente de capricho, cuestiones de funcionalidad como la capacidad de carga o visibilidad quedan completamente de lado y es que los espejos retrovisores son pequeños y los anchísimos postes "C" de verdad que estorban por lo que incorporarse a vías rápidas o hacer maniobras de cambio de carril puede ser un acto verdaderamente Kamikaze. Pero una vez en carreteras con espacio y por espacio me refiero a que estén libres de tráfico (no los aburridos freeways de EU, donde hasta una carreta se siente suave), el M Coupé demuestra sus verdaderas virtudes, es rápido y preciso, aun circulando a velocidades moderadas es divertido, las carreteras llenas de curvas son su hábitat preferido, donde se desenvuelve mejor y es que al ser tan pequeño y ágil, acometer curvas es un deleite y sobre todo saber que se puede pisar a fondo al salir de la vuelta con el respaldo que brinda toda la tecnología que incorpora este pequeño cohete para evitar un accidente.

El motor de seis cilindros en línea con 3.2 litros de desplazamiento está prácticamente al centro, por lo que el piloto y pasajero van sentados casi sobre el eje trasero, dicha mecánica es por demás un logro de la ingeniería moderna, ya que encuentra su potencia máxima de 343 hp a un régimen de 7,900 rpm. Está acoplado a una transmisión manual de seis relaciones, de tiros cortos y cuya única intención es sacar el máximo provecho del propulsor. Con tales credenciales no es de asombrarse que logre el 0-100 km/h en solo 5 segundos, mientras que para detenerlo, los frenos de disco hiperventilados hacen su trabajo de manera estupenda, al tiempo que lucen increíbles.

            

Sofisticado diseño

Uno de los puntos más fuertes del M Coupé es que a pesar de que parte de la base del Z4 que en concepción es un convertible, este coupé pareciera haberse gestado en la mente de los diseñadores desde el principio, si bien es cierto que sus formas son cargadas y algo difíciles de entender. Su atractivo es innegable, las superficies cóncavas y convexas se complementan para generar un estilo parecido al de esas obras de arte moderno, sin duda el estilo Bangle encuentra en esta entrega su faceta más agresiva y extravagante, aunque es sumamente atractivo, exótico y no tan gentil y relajado como en el nuevo Serie 3 Coupé.

En el interior las cosas son tal y como en todo BMW, el minimalismo está a la órden del día y se tienen solo los botones necesarios; clima, DTC y audio básicamente, los relojes son de fácil lectura y solo un par de emblemas M en pomo de palanca y volante delatan que se está al mando de auto extremo. Los asientos sujetan bien aunque después de largos periodos cansan y ello también es producto de la durísima suspensión.

El equipamiento es completo, aunque como buen deportivo no hay que esperar demasiadas amenidades, hay ABS; bolsas de aire, el mencionado DTC que en términos simples evita que la parte trasera salga antes en una curva que la trompa, pero el equipo de audio suena excelentemente bien y los materiales y ensamble son de primer orden.

           

De capricho

Al ser un auto tan veloz, bajito y duro, el M Coupé no es un auto para todos los días, puede llegar a cansar y más si agregamos a la ecuación una marcha pro PG, pero su estética exótica y extraordinario desempeño deportivo lo hacen una compra ideal para pasear de vez en cuando y lucir su atlético perfil en las carreteras sinuosas de los alrededores.

Su competidor frontal es el Cayman S de Porsche que tiene una figura clásica y su motor en posición central es más favorecido por los puristas, pero este BMW es sin duda más interesante propuesta desde el punto de vista de diseño y presume de tener bajo el cofre el motor que hizo del M3 un mito y de paso ganó cinco años consecutivos el título como mejor motor.

Como tercer auto será sumamente satisfactorio, su diseño, desempeño y motor lo convierten en un exótico a precio accesible. Asimismo habrá que tener la precaución de informarle a las féminas acompañantes de no utilizar minifaldas si van a abordar este vehículo, so pena de sufrir el efecto Britney.

           

Lo que alegra el día:

- Auto de sensaciones.
- Excelente diseño, como de auto exótico
- Verdaderamente rápido
- Imán de miradas

Lo que faltó:

- Comportamiento algo nervioso
- Visibilidad trasera limitada
- Embrague muy duro
- Evitar que el acompañante femenino use minifalda.

Precio:

BMW Z4 M Coupé: $64,600 USD

Comentarios: ruben@autocosmos.com