Enero de 2007. Para nadie es nuevo que Porsche posee un gran porcentaje de acciones de Grupo VW, por lo que se empiezan a gestar ciertos conflictos de intereses en la cúpula de los autos super deportivos que pertenecen al consorcio germano.
Wendelin Wiedeking miembro del consejo y cabeza de la firma Porsche, comentó en días pasados que no habrá más juguetes ni caprichos en Grupo VW, refiriéndose al Veyron, que con su barroca interpretación del máximo superauto, ha impuesto un récord de velocidad para autos de producción en serie.
Por otra parte, Lamborghini con sus 2,000 vehículos comercializados en 2006 no es precisamente una de las marcas más agraciadas a los ojos del señor Wiedeking.
Mientras el futuro de Bugatti se ha comentado que será reducida a una especia de consultora una vez que finalice la producción del Veyron. Lamborghini quedaría a la venta en una situación casi igual a la de Aston Martin en Ford.
Lo anterior, según Wiedeking permitirá a VW concentrarse en volver a ser un fabricante de volumen y competitivo en Europa.
¿Qué significa para Usted?
Una cosa es clara Porsche se encargará de eliminar de VW cualquier marca que pudiera representar una competencia para sus autos, lo anterior lejos de manifestar el interés de Wiedeking por mejorar aspectos de las marcas de volumen de VW, es una manifestación clara de que está dispuesto a aniquilar a todo vehículo probable competidor de un Porsche.
Ahora con la llegada del Panamera, esperemos que Wiedeking no crea que el Continental Coupé puede hacerle sombra también, porque lo más seguro es que terminaría destruyendo o vendiendo Bentley también. Es más ojalá y la gente de VW no le revele que el GTI es más rápido en el 0-100 que el Cayman, porque quien sabe que otra locura se le pueda ocurrir a Wendelin Wiedeking, dirigente de Porsche.