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Prueba de Manejo

Chevrolet Bolt EV 2017 primer contacto en México

Con más sorpresas que otra cosa, completó una ruta entre la CDMX y Metepec (EdoMex), ida y vuelta.

Chevrolet Bolt EV 2017 primer contacto en México

Pese a que es un automóvil aún novedoso en el plano internacional, su debut se realizó en el marco del Salón de Detroit 2016, se podría decir que el Chevrolet Bolt EV 2017 es un viejo conocido nuestro. Prueba de ello es que hace algunos meses tuvimos nuestra primera toma de contacto en Estados Unidos, donde en lo general nos dejó un buen sabor de boca, sin embargo, quedaba esa interrogante de cómo se desenvolvería en la orografía de nuestras carreteras.

Pues bien, el día para comenzar a aclarar esas dudas ha llegado, ya que somos parte de los primeros medios de comunicación en ponernos al volante de un Chevrolet Bolt EV en territorio mexicano, ya que formamos parte de un ejercicio de conducción un tanto efímero, pero bastante ilustrativo y práctico. En fin, vayamos por partes.

Del apartado estético hemos hablado en anteriores ocasiones, por lo que lo dejaremos para otra ocasión (aunque hay que admitir que es más atractivo en vivo que en fotos), ya que lo verdaderamente interesante del Chevrolet Bolt EV reside en su configuración mecánica. Recapitulemos, este vehículo está impulsado por un propulsor eléctrico que entrega una potencia equivalente a 200 hp y 266 lb-pie de torque, que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en siete segundos, así como lograr una autonomía estimada de 383 kilómetros. Cifras que al menos en papel están muy por encima de lo ofertado por modelos como el Nissan Leaf (199 km) o el BMW i3 (200 km). Incluso, es superior al Tesla Model 3 con sus “más de 346 kilómetros”.

Como siempre los números oficiales pueden sonar hasta cierto punto fantásticos e inalcanzables, por lo que en compañía de otros dos acompañantes asumimos el reto de obtener la mejor eficiencia de energía posible en la ruta que conectó las oficinas centrales de General Motors en la Ciudad de México hasta llegar a Metepec (Estado de México), para posteriormente regresar de manera casi ininterrumpida al cuartel general de la marca en la ciudad capital.

Cuando partimos, el Chevrolet Bolt EV prometía los mágicos 383 kilómetros de autonomía. Conforme avanzábamos esta cantidad empezó a decaer, ya que como sabrán aquellos que vivan en la CDMX, el camino hacia Toluca es mayoritariamente cuesta arriba. Sin embargo, a partir de la zona del Parque Nacional de La Marquesa, las cosas comenzaron a revertirse. De haber caído hasta los 270 km, al llegar al municipio mexiquense la cifra había aumentado a 330 kilómetros y para cuando de nuevo ya estábamos de regreso en la capital, la suma se había incrementado hasta los 370 km. Esto quiere decir que a pesar de haber recorrido 181.2 kilómetros en total, únicamente consumimos 25.9 kWh de energía… ¿cómo es esto posible?

Pues bien, el Chevrolet Bolt EV tiene varios ases bajo la manga, siendo los más destacados el Frenado Regenerativo que entra en acción con jalar una curiosa paleta detrás del volante (cuyo diseño es muy similar a las utilizadas en los autos comunes para realizar los cambios de velocidad), así como el sistema “One Pedal Driving” que se activa con sólo soltar el pedal del acelerador. Ojo para que funcione correctamente hay que colocar la palanca de cambios en la posición “L” (Low).

En realidad, el secreto para obtener una buena eficiencia de energía está en saber administrar estos dos sistemas, así como no abusar del acelerador. Sólo para que te des una idea de su importancia, mientras nosotros dejamos al Bolt EV con una carga para recorrer 370 km, hubo algunos colegas, que, a pesar de haber realizado el mismo recorrido, lo devolvieron con un rango de 187 kilómetros. Cabe mencionar que siempre viajamos al ritmo de tráfico habitual, sin trucos raros. Es decir, nuestro camino incluyó desde el desquiciante tráfico de la Ciudad de México hasta un ritmo de velocidad que varió desde los 70 km/h hasta poco más de 100 kilómetros por hora. Más que suficiente, para el ajetreo diario de las grandes urbes.  

En cuestión de versatilidad y uso diario, se puede mencionar que su posición de manejo es bastante alta, característica que, al combinarse con una gran visibilidad del habitáculo, lo vuelven muy útil en tramos citadinos. Su amortiguación tiene una puesta a punto pensada en el confort, la cual absorbe con efectividad las irregularidades del camino. En este aspecto, su altura libre al suelo no es la más apta para nuestros caminos (cuestiones de aerodinámica) por lo que vale la pena ser un poco prudente al momento de pasar por uno de esos enormes topes que casi no existen en México.

Un detalle interesante es que su pantalla táctil de 10.2 pulgadas no sólo sirve para realizar las funciones de conectividad habituales con Apple CarPlay y Android Auto, así como controlar las funciones de la tecnología OnStar 4GLTE, ya que también cuenta con unas curiosas interfaces que nos detallan los pormenores desde la última recarga de energía, el historial de eficiencia e incluso cuenta con una curiosa función que califica la manera la eficiencia con la que conducimos. Esta última, es muy divertida e incluso sirve para realizar “competencias ecológicas” a bordo.  

Tengo que admitirlo, las expectativas que tenía sobre este automóvil eran bastante altas y no es para menos, ya que en el pasado ha obtenido galardones de alta envergadura como el haber sido nombrado el Auto Verde del año 2017, así como el Mejor Auto del Año 2017 en América del Norte.

Al final, con esta pequeña convivencia, el Chevrolet Bolt EV 2017 demostró que estos premios fueron ganados a pulso propio, sin embargo, hay un par de apartados que pudiesen eclipsar todas sus virtudes, siendo el primero el hecho de que la red de carga aún es limitada, aunque en este aspecto la marca ya está tomando cartas en el asunto.

Pese a ello su principal defecto podría residir en su etiqueta de $696,100 pesos (justo en medio del Nissan Leaf -$499,900 pesos- y del BMW i3 -$789,900 pesos-) que pudiese alejar a sus potenciales compradores. Habrá quien piense que por ese dinero es mejor comprarse un automóvil emocional como el propio Camaro RS V6 ($627,200 pesos), pero la realidad es que el cliente al que va dirigido el Bolt EV es completamente diferente, mucho más racional.

No sería descabellado pensar en que después de todo, la inversión inicial de aquel que compre un Chevrolet Bolt EV tarde que temprano verá retornada su inversión y es que más allá que gozará de una autonomía relativamente amplia, los servicios de post venta son bastante simples debido a que el mayor punto de atención de los técnicos es el sistema de enfriamiento de las baterías… ¿de verdad Chevrolet desarrolló un vehículo eléctrico que puede ser una opción de compra? Posiblemente si.

 

 

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