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Duelo de mellizos: Mazda 3 Sedán vs Mazda 3 Hatchback

Mismo auto, pero diferente carrocería ¿cuál es mejor compra?

Duelo de mellizos: Mazda 3 Sedán vs Mazda 3 Hatchback

Desde tiempos inmemoriales elegir el automóvil que más se adecúe a nuestras necesidades ha sido una decisión casi tan importe como aquella que tuvimos que hacer al momento de elegir que estudiar, con quién casarnos o más significativo aún, si tu elote lleva chile del que pica o del que no pica. Pero esta situación, se complica aún más, cuando nos vemos inmersos en un dilema de tintes shakesperianos “con o sin cajuela, he ahí la cuestión”.

Puede sonar un tanto exagerado, pero si nos atenemos a los comentarios que nos hacen llegar a nuestras distintas redes sociales, esta situación es más común de lo que parece. Tomando en cuenta esto, decidimos hacer un pequeño ejercicio donde abordando los rasgos más generales, veremos cuáles son las principales diferencias entre un mismo modelo, en este caso un Mazda 3, en dos distintas carrocerías: sedán y hatchback ¿Un juego justo no crees?

Sin importar su presentación, se tomó como punto de partida la versión “s Grand Touring”, la cual además de ser el tope de gama, se caracteriza por albergar bajo el cofre un motor de cuatro cilindros de 2.5 litros SKYACTIV con 188 hp y 184 lb-pie de torque, mismo que hace mancuerna con una transmisión automática de seis velocidades con modo manual.

En cuestión de equipamiento, tampoco hay diferencias muy importantes por lo que encontramos elementos como el sistema de infoentretenimiento Mazda Connect que se puede controlar mediante el Control central de mando (HMI) o por la pantalla táctil de siete pulgadas, el sistema de audio Bose con nueve bocinas o el control de movimiento del vehículo G-Vectoring Control. La verdad es que por esta ocasión en este punto no hay mucho de que hablar, pero si quieres ahondar más sobre este apartado déjame recomendarte nuestra prueba de manejo del Mazda 3 2017.

Donde si encontramos cambios es en las entrañas de los vehículos y es que, aunque en esencia son el mismo auto, pero en diferente sabor, cada uno tiene sus propias particularidades. Para empezar, está el tema de las dimensiones exteriores donde tenemos que el Mazda 3 de cinco puertas tiene una longitud de 4,470 mm, mientras que el de cuatro, se estira hasta los 4,580 mm.  En este sentido las menores dimensiones del hatchback le confieren una mayor agilidad de manejo, sobre todo en situaciones de tráfico, además de que, al momento de buscar un lugar de estacionamiento, esos centímetros de menos resultan de gran ayuda.

En este mismo tenor, tenemos la cuestión de peso, donde el hatchback con caja automática presume un peso en vacío de 1,331 kg, mientras que su contraparte sedán se queda en 1,326 kilogramos. A manera curiosa, cuando estos autos equipan la transmisión manual las cosas desafían un poco la lógica, ya que, de acuerdo a Mazda, el 3 sedán marca 1,302 kg, mientras que el cinco puertas se queda en 1,310 kilogramos. Una diferencia mínima, pero que igual rompe el mito de que los hatchback necesariamente son más ligeros que sus símiles de tres volúmenes. Además, llevando estas cifras a la práctica, tenemos que relación peso-potencia no juega a favor ni en contra de ninguna variante en cuestiones de desempeño.

Pero donde estos elementos si se ven reflejados es la eficiencia de combustible y emisiones contaminantes. Aquí, el sedán nuevamente sorprende y según datos oficiales de Mazda ofrece un consumo de combustible combinado de 16.7 km/l y unas emisiones de CO2 140.3 gramos por kilómetros, en tanto, el hatch, rinde un poco menos al anunciar 16.5 kilómetros por litro y 142.3 gramos de CO2. Ojo, esto no quiere decir que no pasarás la verificación vehicular, simplemente el conjunto mecánico es más eficaz en el Mazda 3 con cajuela.

Hablando de la capacidad de transportar equipaje y de la utilidad en el ajetreo diario, quizás los apartados que más dudas generan al momento de elegir entre estas carrocerías, encontramos que naturalmente el Mazda 3 sedán cuenta con una cajuela de 408 litros, mucho más amplia que la del cinco puertas que alberga 308 litros. Pero recuerda, que aquí los hatchback tienen un “as bajo la manga” y es que con los asientos abatidos el espacio se incrementa hasta los 1,212 litros.

Entonces ¿cuál Mazda 3 me compro? Pues en realidad depende nuevamente del uso que le quieras dar, ya que el sedán en un principio suena como la compra sensata. En algunas versiones es más ligero, eficiente e incluso cuenta con la ventaja de la cajuela, que, aunque ni de chiste alcanza la capacidad ofertada en el cinco puertas con los asientos abatidos, siempre se agradece que exista un generoso espacio de carga que no sacrifique la comodidad de los pasajeros. En contraparte, el hatchback es una compra más pasional, que se acopla mejor a quienes no tienen que lidiar con mucho equipaje. Además, sus menores dimensiones le dan una mayor ventaja al transitar en las urbes.

¿Y para ti, qué es más útil, un sedán o un hatchback, pero sobre todo que salsa es tu favorita, la verde o roja?

 

 

 

 

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