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Prueba de Manejo

Chevrolet Volt 2016 a prueba

Manejamos en México el segundo eléctrico de la marca y que tiene un As bajo la manga

Chevrolet Volt 2016 a prueba

Antecedentes

Este es el nuevo Chevrolet Volt 2016 que se presentó hace poco más de un año en el Autoshow de Detroit. Se trata de la segunda generación del vehículo que se presentó en medio de la crisis de las automotrices estadounidenses en 2007 y que prometía ser la cara de la nueva General Motors.

Luce menos conceptual que la generación anterior pero mantiene ciertos rasgos característicos como el emblema lateral junto al espejo y la caída del toldo hacia la cajuela que lo posiciona entre un hatchback y un sedán. La realidad es que pasa más desapercibido entre los otros vehículos de la calle que el anterior, el cual destacaba por verse completamente diferente, al igual que el famoso Toyota Prius.

Se trata de un auto eléctrico, pero a diferencia de por ejemplo el Spark EV y Nissan LEAF, cuenta con un motor a gasolina en la parte delantera que promete solucionar el tema de la autonomía baja de los autos 100% eléctricos pero sin llegar a ser un híbrido convencional. Si hacemos un poco de memoria, encontramos este mismo arreglo en el BMW i3, el cual ya también se vende en nuestro país.

En el pasado Autoshow de Los Ángeles, el Volt 2016 recibió el premio de Green Car of the Year 2015 por segunda ocasión ya que la primera entrega del coche fue calificado igual en 2011.

 

Precio: $638,000 pesos

 

Características técnicas y mecánicas

La batería, o más bien paquete de baterías, es de iones de litio y se puede recargar por completo en 13 horas utilizando el cargador incluido en el auto y al conectarlo una toma de 120 volts. Si utilizamos una toma de pared de 240 volts, el tiempo disminuye significativamente a sólo cuatro horas y media. Cuando está completamente cargada la batería, el Volt puede recorrer hasta 80 Kilómetros en modo eléctrico –o sea cuando no interviene para nada el motor a gasolina- esto es una mejora del 40% respecto a la generación anterior, además de que el conjunto es mucho más ligero pues perdió 14 kilogramos para quedar en 87.

Además encontramos un motor a gasolina, el cual no está conectado a las ruedas delanteras, únicamente al motor eléctrico. Esto significa que a diferencia de su antecesor el cual era un “plug-in hybrid” o híbrido enchufable pues ambos motores alimentaban las ruedas, el nuevo Volt es un eléctrico de rango extendido. ¿Por qué? simplemente porque funciona como un generador de energía eléctrica, alimentando la batería y el motor sólo cuando lo requiere.

Esta nueva generación del Volt utiliza un motor térmico mucho más moderno que el anterior. Antes encontrábamos un cuatro cilindros 1.4L con bloque de hierro y sin inyección directa de combustible, algo que se corrigió en el nuevo 1.5L Voltec con bloque de aluminio, alta compresión e inyección directa que no sólo lo hace mucho más eficiente sino también más potente pues aumentó de 85 caballos a 101. Esto significa que el motor no necesita girar a altas revoluciones para generar energía, provocando que sea más silencioso y también gaste menos combustible al hacerlo.

Como bien dijimos antes, el motor a gasolina no está conectado a las ruedas que mueven al Volt, en este lugar encontramos un par de motores eléctricos que además funcionan como transmisión de una sola velocidad que abarca desde 0 Km/h hasta la velocidad máxima del Volt de 130 Km/h.

La potencia combinada de ambos motores eléctricos es de 149 caballos, que quedan dentro de la media en el segmento de los autos compactos. Donde se despega sustancialmente es en el torque que es de 294 libras-pie, cifra de motores de seis cilindros pero que además está disponible desde el primer segundo en el que apretamos el acelerador.

Una vez que se termina la carga de la batería, el motor a gasolina entra en funcionamiento para alimentar los motores eléctricos, de esta forma el Volt puede recorrer hasta 560 kilómetros extra con el tanque de gasolina de 33.7 litros, dando un total de 630 kilómetros con el tanque lleno y la batería totalmente cargada, muy parecido a un auto normal.

Un truco que tiene bajo la manga este Volt es un botón que está colocado en el lugar de las paletas de cambio detrás del volante. Del lado derecho controlamos el volumen del sistema de sonido, pero al apretar el izquierdo, el motor eléctrico regenera energía más agresivamente, provocando que funcione como un estilo de freno de motor pero que al final del día nos entregará más energía eléctrica al frenar.

 

Confort

El interior del Volt nos pareció un poco decepcionante en cuanto a calidad de materiales pues si bien el diseño no es cosa de otro mundo, luce muy bien, salvo por los plásticos duros y brillosos que le restan sensación de calidad. El gran problema con esto es que en otros mercados es un vehículo mucho más económico que en el nuestro y se puede llegar a entender, pero analizándolo desde el punto de vista del consumidor mexicano y lo que tiene que pagar por un Volt, sí dejan mucho qué desear.

La pantalla al centro del tablero equipa el sistema Chevrolet MyLink para gestionar las conexiones Bluetooth, del teléfono, entradas de audio, la navegación y además nos muestra interesante información sobre la carga del auto y cómo se está empleando la energía en tiempo real. Éste es compatible con Apple CarPlay por ahora pero en un año tendrá una actualización para funcionar también con Android Auto.

El clúster de instrumentos se forma por una segunda pantalla de muy buena resolución y en la que podemos configurar la información que nos muestra y en el que encontramos del lado derecho una gráfica que muestra el uso del motor a gasolina y del izquierdo de la batería y el motor eléctrico.

El Volt 2016 viene equipado con el sistema OnStar con el cual se pueden realizar muchísimas tareas como conocer el estado del vehículo de forma remota, obtener ayuda para la navegación, en caso de accidente y hasta comprar boletos para funciones de teatro o el cine.

En materia de seguridad, encontramos 10 bolsas de aire para el interior, alerta de tráfico cruzado, cámara de reversa y monitor de punto ciego, que no sólo facilitan la tarea de conducir sino que también lo convierten en un vehículo muy seguro.

En la parte trasera, encontramos espacio para dos personas pues si bien en medio también está acolchonado, también están las baterías que nacen debajo de la banca y continúan hacia el frente, formando una especie de túnel de transmisión que estorba para poner los pies. De esta forma, puede viajar una quinta persona en medio pero sólo como emergencia y en viajes cortos.

La cajuela es pequeña, pues tiene una capacidad de sólo 301 litros (las baterías le restan mucho espacio) y además la “tapa” que evita que los transeúntes vean lo que transportamos en la cajuela es simplemente una tela, un punto negativo en cuanto a sensación de calidad.

 

Manejo

El desempeño del Chevrolet Volt 2016 es algo digno de mencionarse ya que al tener tanto torque –una característica de los motores eléctricos- se siente ágil y realmente rápido, entregando una sensación extraña pues además, cuando aceleramos no produce ningún ruido.

Los frenos no se sienten como en un auto con motor de combustión interna, hay que decirlo, pero también se nota un desarrollo robusto por hacer que se parezcan lo más posible. Lo que sucede es que cuando apretamos el pedal de freno, estos también empiezan a recuperar energía cinética para convertirla en eléctrica y recargar un poco las baterías, creando así un sistema más eficiente.

Los modos de manejo (Normal, Deportivo, Montaña y Espera) no se concentran en modificar la respuesta del acelerador como en otros vehículos, sino más bien en el comportamiento del sistema de propulsión, o sea del motor a gasolina y la carga de la batería.

En modo normal, el Volt utilizará toda la carga de la batería antes de que el motor a gasolina intervenga. Una vez que se termina la carga, empieza a funcionar con el motor térmico, generando únicamente la electricidad necesaria para mover el auto con el motor eléctrico.

En modo deportivo, el motor eléctrico se vuelve más agresivo, disminuyendo significativamente el alcance de la carga y una vez que se termina, el de gasolina tiene que generar más electricidad –aumentando también el consumo de combustible.

Para el modo Montaña, el Volt lo que hace es reservar un cuarto de la carga de la batería para tener de reserva pues al circular por pendientes prolongadas, consume más energía. Así se protege y garantiza que tengamos suficiente carga incluso cuando ya entra en funcionamiento el motor a gasolina.

Finalmente está el modo llamado Espera que más bien lo hubiéramos llamado como de “reserva” pues una vez que se activa éste, se “congela” la carga de la batería, reservándola para más adelante y forzando que entre en funcionamiento el motor a gasolina.

La suspensión es muy suave y confortable, sólo encontramos que sí es muy baja para circular en nuestro país pues llega a pegar en topes y casi todas las rampas de estacionamiento.

Obtener un consumo de combustible resultó muy complicado en gran parte porque casi siempre lo utilizamos como un auto eléctrico, recargándolo por las noches –esto es lo que la gran mayoría de los clientes va a hacer- pero digamos que por sí solo, el motor a gasolina entrega un consumo de 19 Km/l. La recarga de la batería cuesta aproximadamente la mitad de lo que costaría recorrer los mismos 80 Km con un auto de combustión interna equivalente.

Si de algo nos tenemos que quejar es que los mismos plásticos brillosos del tablero, reflejan muchísimo el sol en el parabrisas, complicando la visión hacia afuera del auto.

 

Conclusión

¿Por qué el auto eléctrico es el futuro? Probablemente te estarás preguntando esto y es que todo apunta para que los autos personales en unos años todos tengan propulsión eléctrica. La gran ventaja de este tipo de motores es definitivamente el torque, algo indispensable para vencer el peso de un vehículo. A comparación de un motor a gasolina, no necesitas esperar a que las revoluciones del motor lleguen a cierto régimen para tener el torque máximo, simplemente está a tu disposición en cuanto aceleras. Éste también es mayor y provoca que los autos eléctricos se sientan más ágiles en baja velocidad y en recuperaciones.

Otra gran ventaja es que cuando nos detenemos en un semáforo, el motor deja de trabajar por completo pues funciona como un interruptor, encendido o apagado, sin la necesidad de un sistema de start-stop como en los motores térmicos.

Por otra parte, las desventajas son claras: la autonomía limitada de las baterías que alimentan a los motores eléctricos y el tiempo de recarga de las mismas. Pero el Volt lo soluciona al complementar el uso eléctrico con el motor a gasolina. Esto significa que puedes utilizar para tus transportes diarios un auto 100% eléctrico sin temor a quedarte sin batería para regresar a casa o inclusive eliminas la necesidad de tener un segundo vehículo para salir a carretera, ya que el Volt puede hacerlo y hasta más eficientemente.

General Motors de México estuvo realizando muchas pruebas antes de traer el Volt a México, recorriendo más de un millón de kilómetros por las calles de nuestro país a bordo de ejemplares de la primera generación llegando a la conclusión de que los usuarios pueden ahorrarse hasta un 40% en gastos de transporte comparándolo contra un vehículo a gasolina del mismo segmento.

El gran problema es que en México por ahora no existen incentivos económicos para adquirir autos eléctricos como sucede en otros países, esto provoca que el precio del Volt 2016 sea bastante elevado pues los $638,000 pesos que hay que pagar por la única versión a la venta en suelo mexicano no se comparan contra los $38,000 dólares en los que inicia en Estados Unidos o peor aún, los $25,000 para los residentes del estado de California.

Las ventajas del Volt en México es que no paga tenencia, no necesita verificación y que no paga ISAN. Por parte de la marca, incluye el mantenimiento gratis durante los primeros 3 años o 60,000 kilómetros.

 

 

Probamos el Chevrolet Volt 2016 en México

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